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Yucatán podría perder miles de empleos por aumento al IEPS en refrescos

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El anuncio de un posible incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en 2026 encendió las alarmas en el sector productivo de Yucatán. Especialistas advierten que la medida podría provocar la pérdida de miles de empleos directos e indirectos en la entidad, golpeando principalmente a los pequeños comercios y a las familias que dependen de ellos.

El IEPS, vigente desde 2014 y aplicado a bebidas azucaradas y alimentos procesados, ha sido objeto de críticas por sus resultados limitados en materia de salud. A pesar de que la recaudación fiscal ha aumentado más de 40% en términos reales, los indicadores de obesidad y diabetes siguen creciendo. Ahora, con un nuevo ajuste previsto para 2026, el debate gira en torno a las consecuencias económicas y laborales.

Empleos en riesgo

Un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) estima que un aumento de un peso por litro en refrescos podría ocasionar una contracción de 5.6% en la producción nacional. Esta caída implicaría la pérdida de más de 8 mil empleos directos y alrededor de 100 mil indirectos en todo el país.

En Yucatán, donde existen más de 24 mil tienditas, el impacto sería devastador. Estos negocios no solo generan ingresos para los propietarios, sino que también sostienen empleos para trabajadores, repartidores y proveedores locales.

“Un cierre masivo de tienditas sería una tragedia. No se trata solo de tenderos, sino de toda una cadena de valor que involucra transporte, distribución y hasta pequeños productores locales”, explicó Jorge Estrella, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación en Yucatán.

Un golpe a la cadena productiva

El efecto no se limita a los comercios minoristas. El aumento al IEPS afectaría a toda la cadena productiva: desde fabricantes de bebidas y botanas hasta transportistas, distribuidores y trabajadores de almacenes.

“Cuando una empresa grande pierde mercado, recorta personal. Cuando un tendero vende menos, despide a su ayudante. Es una bola de nieve que impacta directamente en el empleo”, comentó la economista laboral Gabriela Uc.

En municipios como Progreso, Valladolid y Tizimín, donde el empleo formal ya enfrenta retos importantes, la pérdida de fuentes de trabajo vinculadas a este sector sería un golpe difícil de superar.

Tienditas en la cuerda floja

Los pequeños comercios serían los primeros en resentir la caída. De acuerdo con estimaciones de la Asociación de Microempresarios del Sureste, al menos 15% de las tienditas en Yucatán podrían cerrar en el primer año del aumento al IEPS.

“Nosotros vivimos de lo que se vende día con día. Si sube el precio de los refrescos y botanas, la gente compra menos o busca promociones en las cadenas grandes. Eso significa menos ingresos y, en muchos casos, la quiebra”, lamentó doña Silvia, propietaria de una tiendita en Kanasín.

Salud y economía: la gran contradicción

El incremento al IEPS se justifica bajo el argumento de desincentivar el consumo de productos dañinos para la salud. No obstante, las cifras muestran que la diabetes y la obesidad continúan en aumento.

“Estamos en un escenario donde no se cumplen los objetivos de salud y, en cambio, se generan pérdidas económicas. El costo social de estas medidas podría ser más alto que el beneficio esperado”, señaló el investigador en políticas públicas, Raúl Cervera.

El desafío para Yucatán

La economía yucateca depende en gran medida de los pequeños comercios y del sector servicios. Un golpe al empleo en las tienditas y en la cadena productiva podría agravar los niveles de pobreza en la región, donde ya existe un alto grado de desigualdad social.

La discusión sobre el aumento al IEPS en 2026 plantea un reto crucial para las autoridades: ¿cómo equilibrar la recaudación fiscal con la protección de miles de empleos en estados como Yucatán?

Por lo pronto, los comerciantes piden ser escuchados. “No estamos en contra de que la gente viva más sana, pero no puede ser a costa de nuestro trabajo. Necesitamos soluciones integrales, no castigos que destruyan nuestras fuentes de empleo”, advirtió don Manuel, tendero de Itzimná.

El futuro de miles de empleos en Yucatán está en juego, y el debate sobre el IEPS en 2026 será determinante para el rumbo de la economía local.